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Cuando hablamos de armas especiales no siempre nos referimos a armas experimentales, calibres aberrantes o diseños espectaculares. Algunas son especiales porque son propias, son únicas: tienen nombre. Son como el gato, o el perro. O ese primo lejano del que no te puedes deshacer aunque quieras porque la ley prevé cosas sobre asesinatos y otras tonterías.
Son armas que se alinean con la personalidad del personaje: si es chungo, aumentan la chunguez. Si es bruto, la bestiajez. Y así. Realmente son un complemento y una extensión que aporta un trasfondo. Si el Cid hubiera llevado una Gatling en lugar de dos espadones la habría llamado la RotatoriaEsparcecarnes, o alguna cosa similar. Claro que imaginarlo a lo Jonah Hex en lo alto de Babieca realmente tiene su punto…

Sobrenatural (serie)

Que los hermanos Winchester son un par de bestiajos cazadores matabichos, no es ningún secreto. Que con cada fin de temporada invocan un nuevo apocalipsis, tampoco. Y que una de las armas mísiticas que tienen que usar sea una pistola con nombre, es sólo un aporte más. Que no es un nombre complicado, no os vayáis a creer. No la llevan siempre, pero el peso del nombre se hace notar… ejem… con todos vostros: EL COLT.
Vale, se han partido. Deslomado.

The Colt. Colt Paterson de Sobrenatural. Pero mira que es feo...

El Colt, un modelo Colt Paterson pero preparado para cartuchos en lugar de avancarga. Mata demonios, espanta meigas y es feo como un ripio. Y el gatillo no pasa de gatito de teta. Pero en manos de los Winchester hasta una chincheta es letal. Sobre todo una chincheta.

Y con semejante… ehm… cañón, los chicos Winchester la lían parda, abren el infierno, la usan de llave, y se lían a tiros. Eficaz, toda una autoridad (no os perdáis el capítulo donde van al pasado, al legendario far west), y temida por demonios, mostros y otras guarrerías que pululan por la serie.

Hellsing

Pues sí, con esta hace doblete. Ya apareció en la entrada dedicada al anime (Armas en el anime, échale otro ojo aquí. Entrada hecha a petición del público) hablando, en ese caso, de la tochez en sí de las armas. En esta ocasión, y cambio las fotos y todo, las nombrare.

Poneos en situación. Se enciende una luz cenital. Muy molón todo, en plan ring.

«En la esquina derecha, con choporrocientos kilos de peso, 25 centímetros de longitud, plateada, y con munición .454 Casull grandes como pepinos de buena familia, tenemos (redobles, badummm plassss) ¡¡la Joshua!!»

Gritos del público. Los Morancos al fondo berreando el nombre.

joshua hellsing

Alucard portando a Joshua (en escorzo). Porque cuando Alucard te mira es la viva imagen de la cordura. De la de otros, claro.

Y claro, cuando semejante bicho mueve la corredera, tienes tiempo para ir al baño, hacer aguas alegremente, cantarte algo, pillar algo de la máquina, tomar un café y estar de vuelta para cuando semejante bicho ha acabado de montarse de nuevo. Pero, hey, es Alucard, y es Joshua. Y se ríe grimosamente, para compensar.

Foco de nuevo, por favor, gracias.

«En la esquina derecha, con dieciséis kilos, treintaymuchos centímetros, negra como los tizones, con cámara de plata mística del copón de bullas, y más larga que un día sin pan, tanto que no sabes si es un pistolón indecente o un autobús, LA JACKALLL!!» El público enloquece y sale a colación semejante animalada armada.

Alucard Con la Jackal y sus 39 cm.

Aquí Alucard ilustrando totalmente el nombre de este blog: «Con las armas ya lo loco», con pintas de haber salido con esos pelos de una caseta de la Feria de Málaga, de un revolcón en un Simca 1000 o de un examen final de la carrera.

¿Que va contra las leyes de la fisica? Pues sí. ¿Que es un manga/anime y hacen lo que les sale del forro? Pues también. Pero, hoygan, que este pistolón tiene su propio significado dentro del anime y su razón de ser. Que no de existir. Te faltaría brazo, fuerza, resistencia y cuerpo físico (por no hablar de algunas leyes de la física) para sujetar esos 16 kilos. Más eso que la munición, que, aunque potente (sólo un poco menos que el .50 Action Express de una Desert Eagle), la .454 Casull, no es tampoco como para justificar semejante cañonaco. Siempre puede tirárselo al malo de turno. O malos. Porque que te tiren ese bicho tiene que ser como que te arrolle un tren.

Sin City

De vez en cuando, antes de publicar un post, lo comento con colegas igual de frikis e inestables mentales como un servidor. Hablando de este, de las «armas con nombre», mi amiga Rosita sacó a colación a la dulce, buena y letal Gladys, la Springfield Armory M1911A1, aka para mi amiga como «la pistola de Marv en Sin City», tanto en película como en el comic.
Y es que el bueno de Marv le puso ese nombre a su pistola favorita  con el nombre de la hermana Gladys, una monja de los suburbios.

Marv and Gladys Sin City

Marv con Gladys. Uno de esos hombretones indestructibles que querrías tener como amigo… o estar en la otra punta de la ciudad cuando él salga de farra. Y más después de ver cómo se encapricha de Goldie…

Una pistola relativamente normal y poco exótica pero dotada de una fuerte personalidad por la propia historia. Ya que tener el nombre de una monja negra que tenía el respeto de los bajos fondos hace que se te ponga derecha la espalda y no por su calibre .45ACP, calibre por otro lado más que suficiente como para hacerte un destrozo ejemplar.

The Mexican (o la Mexicana)

Vale, la peli es lo que viene a ser un truño. Al menos para un servidor. Tiene a Brad Pitt y a Julia Roberts y un buen plantel de secundarios. Gira en torno a la relación de ellos dos y una pistola: la Mexicana. Una pistola antigua, exótica, feúcha y poco práctica.

The mexican gun movie. Pistola The mexican película.

The Mexican. Pistola fea sin par, poco práctica y que no tiene ni pies ni cabeza. Pero da el pego. Si le das la vuelta también sirve de pipa, muy original todo. Porque algo tuvieron que fumarse, creo yo…

Vamos que trama aparte (que no es gran cosa, para mi gusto, recalco PARA MI GUSTO) la pistola en sí, en torno a la que gira la película tiene su nombre y, bueno, no hace mucho más. Pero mira que es fea… tanto labrado para tan poca cosa…

 

Hellboy

Y aquí tenemos, niños y niñas, señoras y señores, annunaki y otras cosas que seguro que leéis mi blog (risas del público… y de las cosas), algo realmente grande, tocho, inmenso, a la par que su portador; perfectamente traída del cómic a la «realidad» (o sea, a la peli). Con vosotros: La Samaritana (The Samaritan). Un revólver inmenso a la altura del bueno de Anung-Un-Rama, aka Hellboy.

Pero no es un revólver común y corriente, no, señores. Es un revólver PRO. Creado con metal de campanas de iglesias irlandesas (otras no tendrían gracia), hierro frío de crucifijos, plata bendecida y «otros metales místicos». Ea. Quién quiere acero pavonado cuando puede crear la puñetera pesadilla de Drácula, el hombre lobo, hadas malignas y bastantes criaturas folclóricas que nada más ver semejante cacharro sienten cómo instintivamente se les encoje el ano. O lo que tengan sustitutivamente.

The Samaritan de Hellboy. Pistolón sin par, revólver único y tocho.

Que no es lo más discreto, realmente, pero bueno, tampoco Hellboy lo es. Y semejante tocho bien sirve de arma de fuego, puntal de edificio, viga del 7 y máxima expresión de virilidad.

Y claro, uno ve que la Samaritana (o The Samaritan, según la fuente),  tiene costillas superiores, como un Colt  Python o Anaconda, es de cañón basculante, y del calibre mejor ni hablamos. El nombre le viene de un dicho del propio Hellboy: pone fin al sufrimiento de bichos y monstruos (lo he parafraseado). Y la munición no se queda atrás, unos pepinos notables altamente adaptados en función del bicho que hubiera o hubiese que tumbar.

Hellboy tiene otro juguete, la Big Baby, que asoma la patita (o los cañoncitos) en la segunda película, y que es una versión lanzagranadas con bellotazos importantes capaces de echar abajo un edificio o en su defecto poner fin a un dios del bosque. El último. Estos bichos…

Big Baby Hellboy gun

La Big Baby de Hellboy esperando su turno para berrear a gusto y lanzar paz y amor. En forma de destrucción, claro.

La Liga de los Hombres Extraordinarios

Valoraciones aparte de la película, el grande, el insigne Sean Connery, alabado sea, interpetando el papel de un Allan Quatermaine pide a Bruce, el barman (que no es otro que el director de la película, ¡toma easter egg!) que le pase a Matilda.

Matilda es un rifle de dos cañones, de treinta pulgadas, largo como un demonio, de amartillado «rifle Express», es decir, martillos exteriores, en plan escopeta, muy inglés todo, la verdad. Es un arma característica que tiene pinta de poder tumbar elefantes (posiblemente el uso principal), con el que da buena cuenta de sus enemigos. Los de turno.

Es un Allan Quatermaine más sanote que el del comic, la verdad, nada de opio y eso. Además enseña en plan mentor (Connery y sus protegidos…), a Tom Sawyer a disparar «a la inglesa». Dado que según él, los americanos «disparan muchas balas, esperando que alguna de en el blanco». Y no le voy a quitar razón, cuando menos en las películas, salvando las de francotiradores o pistoleros excepcionales.

allan quatermain matilda sean connery

«Corre pallá, que le voy a dar de perdigonazos al puñetero comercial de inmobiliaria que me interrumpe el gin tonic de las five»

BONUS TRACK

No podíamos menos que acabar toda esta larga pero divertida (cuando menos para mí) perorata armamentística con un decente Bonus.

CHAN CHAN CHAAAAAAAANNNN

Ya hablamos de ella, y es una de nuestras pelis favoritas, y no es ni más ni menos que…

LA IMPACIENTE

Deperdador, de 1987, película fetiche para algunos, tiene una de las armas con nombre más personalizadas. Una Minigun (ya aparece en «minugn de mis amores» leedlo, os divertiréis) M134 de General Eléctric, más conocidas como Gatling, pero «tuneada». Tiene en lugar de un asa superior, un soporte inferior que pertenece a otra subametralladora, como es la M60 (la conocida como ametralladora de Rambo, esa de la cinta de balas).

Y creedme, cuando «la Impaciente» habla, todos escuchan. Y hasta la selva en su conjunto se caga de miedo.

La impaciente Predator Depredador Gatling m134 desmochadora

Aquí el bueno de Jesse Ventura posando con La Impaciente. Recién casaos que parecen los puñeteros. ¡Pero qué bonicos!

Y no podemos despedir este post sin un bonito broche final:

¡¡¡TIROS!!!

Escuchad el dulce sonido de la Impaciente ya descargada después de desbrozar un cacho de selva… No me digáis que no tiene glamour.

¡Hasta la próxima, engendritos míos!