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Revólver… ese gran clásico.

Los revólveres, como dije en esta entrada, son armas fiables, clásicas, más que un pasodoble en una feria de pueblo.

Se me ha antojado hacer una segunda compilación de grandes revólveres, y pequeños también, puesto que muchas armas automáticas, con diseños atrevidos o bizarros se dejan ver cada vez más en el celuloide y los videojuegos. Pero en el fondo el revólver siempre está ahí, perenne, como un último recurso. Y quiero ver de cerca unos cuantos más para ver qué narices nos dicen con ellos, o simplemente porque me gustan.

¿A vosotros no? ¡HEREJES! Que sí, que las semiautomáticas tienen más balas, más capacidad y velocidad de disparo, son de polímeros y otras mierdas… Muy mono y moderno todo. Sin embargo, un cañón bien puesto y a la vista, un cilindro en el que se ven las cabezas de las balas que pronto van a correr a por ti, eso, eso es inapelable. Pocas semiautomáticas visten esa presencia de brutalidad y contundencia (la Desert Eagle no cuenta) que tiene un revolverazo bien puesto en tus narices, o en las de quien sea. Es ese gusto clásico, como el whisky con hielo, el humo en el bareto del detective y ¿qué pistola lleva? Exacto, un revólver.

Entonces, veamos el percal que se me está ocurriendo para ilustraros en el tema.

Revólver. Parte 1.

Pequeños pero matones. Max Payne.

Y es que no hay nada como ser un poli atormentado para tener una reglamentaria Beretta 92 FS… y un revólver bien chungo como arma secundaria, arma con la que el señor poli, interpretado por Mark Whalberg volatiliza puertas como quien abre ventanas. Y es que lleva ni más ni menos que al «pequeño juez», un arma de la marca Taurus que lo mismo te dispara balas del .45 long C (BBB, o sea, «bellotas bien bonitas») que cartuchos de escopeta del .410 con las que abrir interesantes boquetes.

El pequeño juez

Pequeño, entrañable, bandarra, capaz de matar jabalíes… Salude, señoría.

Y ahora al señor Whalberg en plena faena:

Whalberg juzgando

Y he aquí que yo te juzgo porque tienes puesto el «Despacito». Y se te halla culpable. Hale. Come plomo. Abre la boquita que no te va a doler…

¡SIGUIENTE!

A dos manos. Val Kilmer en Tombstone.

Porque nada peor que llevar un revólver… bueno sí: dos. Pero hay que saberlos llevar, con elegancia, naturalidad, frías ansias homicidas… Y es que eso es lo que hace que queden impecables, que sólo ver las culatas blancas y nacaradas, en este caso, sea lo más chungo del mundo y prolegómeno de una muerte rápida y plomiza. Y quién más elegante y con menos que perder que Doc Holliday. Doctor, por favor…

doc holliday, revóveres a dos manos, chungo que flipas.

Nenes, ¿quién estaba escuchando reggaeton? Si es pa darle un premio, de verdá…

Pues he aquí que lo que lleva el buen doctor, para acabar con el dolor son dos Colt, un Colt Single Action Army y un preciosérrimo Colt Lightning que os dejo aquí abajo.

colt lightning

Una elegante cacharra para una elegante muerte…

Sobrenaturales. Sobrenatural y Wynonna Earp

Porque puestos a haber, hay también un revólver mítico para cada ocasión. Os presento dos: uno de ellos, de hecho, ya lo he mencionado antes, que es el que aparece en la serie Sobrenatural, serie que sustituye en muchos casos a las telenovelas: todo acaba mal, cualquiera que se acerque a los hermanos Winchester acaba palmando. Los Winchester no saben morirse, siempre resucitan, se les pasa. La cuestión, centrándonos en el tema es que en las primeras temporadas sacaron ese arma, «el Colt», un arma real en su concepto, un Colt Paterson de 1836, que era más complicada de cargar que hacer un cubo de Rubik con los pies. Pero que funcionó. Y además en la serie, puede matar demonios. Porque un arma no es guay del todo si no mata demonios, of cors.

supernatural colt paterson

El Colt de Sobrenatural, el revólver definitivo contra las plagas caseras de demonios. Con su Colt, le regalamos el manual de 867 páginas de cómo recargarlo.

Pero no todo va a ser ver a los tiernos Winchester, con sus lágrimas masculinas, sus morritos y sus ceños fruncidos, las chorreces de Dean y las preocupaciones de Sam, no.
También tenemos heroínas de lo sobrenatural que utilizan horteradas de revólver como nuestra querida Wynonna Earp, de la serie del mismo nombre y baja puntuación en Filmaffinity. Y es que la serie es para amantes de… bueno de cosas como Buffy Cazavampiros, con ese humor tonto que descacharra a veces el guión y trata de ser sucio y chorra, pero que al final no puedes dejar de ver. De hecho espero la segunda temporada.
Tenemos pues, a la heredera de Wyatt Earp que va matando demonios renacidos con su revólver ancestral que perteneció al tatarabuelo. Vale, ella no tiene bigote y el revólver, pese a tener un cañón más largo que el palo de una fregona y munición interminable, está hasta gracioso. Sobre todo cuando se ilumina como una verbena de barrio al matar demoños.

El Revólver y la Doncella

El Revólver y la Doncella… bueno eso de doncella… como que no. La muchacha bebe, suelta tacos, es una criminal convicta, impulsiva… Genial para salir de farra y acabar en Canadá con los gallumbos en la cabeza, vamos.

Y a ver quién le dice nada a la muchacha… porque no sólo tiene el revólver sino que sabe desde dispararte a atizarte con él como si fueras una bola de billar…

Dos revólveres sobrenaturales que exudan respetabilidad. Y mal rollo.

¡SIGUIENTE!

Contundentes y bestias: Resident Evil y Rainbow Six Las Vegas 2

Porque aquí veremos dos revólveres chungos, grandes, enormes y bastardos cuya sola visión es suficiente para aflojar esfínteres, provocar manías religiosas y atorar cuartos de baño: hablamos del inclasificable Colt de Barry Burton y la Taurus Raging Bull. Por orden.

He aquí un mundo lleno de zombis. He aquí un hombre grande. Y he aquí un revólver que en sus lejanos comienzos fue un Colt Python, luego, dicen, un Anaconda, para pasar a ser un revóver tocho y bestializado. Una mala bestia. Una bastardada hecha cañón, cilindro, cuadro, cachas y balas. Matar zombis, una ciudad en llamas, una farmacéutica malvada, un Némesis más feo que un lunes sin café… ¿quién puede pedir más? Y claro, ante todo eso… Sí, hay muchos protagonistas, entre Chris Redfield, Leon Kennedy y demás peña. Pero me quedo con el poseedor del revólver. EL revólver. Grande y monstruoso como una viga. Barry Burton.

Barry Burton Colt Bastard

Barry Burton observándose la tranca… del arma, digo. Porque todos sabemos que una pipa de este tamaño induce a la reflexión contemplativa.

Pero no acabamos aquí, (de hecho hay post para rato), sino que nos metemos en otro berenjenal: el de la Raging Bull. Concretamente en un videojuego. En los videojuegos, comento, suelen cambiar muchas veces los nombres de las armas, para crear su versión, no pagar derechos, quién sabe… (no, en serio, ¿alguien lo sabe?).
La cuestión es que, después de la Desert Eagle, y cuando creías que ya podrías ir tumbando paisanos alegremente al ritmo de Sinatra, te desbloquean otro arma en el juego Rainbow Six las Vegas 2. La mismísima Taurus Raging Bull. Un bicharraco que en realidad pesa hasta 2,20 kgs y ha desarrollado en su historia hasta 12 calibres (muchos ya están obsoletos o descatalogados, tanto calibre como versión del arma).

Y claro, uno con semejante cacharra en las manos, como que se crece. ¿Quién no puede amar a un toro furioso?

Raging bull, en RSlV2. Porque pega con todo, arreglada pero informá

Raging Bull, el invitado que toda fiesta debiera tener. Cuando menos las tonterías se iban a acabar…

DESCANSEMOS, HAGAMOS UNA PARADITA Y COJAMOS AIRE…

sensual patata

Una sensual patata, para el interludio y como recompensa por llegar hasta aquí…

 


Revólver, parte 2.

Continuemos, que ya queda poco, con este mega post sobre el entretenido mundo del revólver.

Sacados del sobaco: Avatar, Stargate Atlantis.

Cuando nos ponemos fantasiosos, como ya dije en otro post, al que referencio más arriba, los revólveres son siempre un gran referente. Ya queramos expresar futurismo o que sólo un experto de verdad, un veterano, un tío duro puede llevar un revólver, porque confía en sus aptitudes y sus capacidades para reventar lo que sea con munición limitada y sus dos razones colganderas (por lo general suelen usarlos homes, aunque alguna muller también, y de ello hablé antes).

Así, tenemos al malvado (y magnífico) Coronel Quaritch, interpretado en su grandiosidad por Stephen Lang (habría molado mil que él interpretara a Cable en Deadpool 2), que porta al muslo y casi por toda la pierna, la bestia parda del revólver que se sacaron del sobaco, basado en un modelo que nunca llegó a producirse. Y es que no hay nada como ponerle carcasas raras, miras apratosas, linternita, esencial para el trabajo, no lo olvidéis y que lo lleve un veterano para exudar mal rollo y dureza. Y así tenemos al WASP revólver, a medio camino entre el MP412 ruso y el Ruger GP100. Cosa fina, señora.

WASP Revólver

El tochazo WASP. Porque tienes que ser muy Coronel para llevar de forma sensual semejante aparato… (Imagen del blog de Futurewarstories.blogspot.com)

Pero hay más, más revólveres chungos, cosas impulsadas por energías, llevadas por tipos duros y homes de mal vivir y mejor matar. Porque uno no se hace Corredor sin ser duro de verdad, y además, ser Jason Momoa, que puede ser Conan y Aquaman si quiere. A la vez. Con la sombra de ojos de Khal Drogo. Porque Momoa es mucho Momoa, y además de lanzar hachas, lleva revólveres.

Ronon Revólver Stargate Atlantis recipe

Pistolón revolveroso con receta incluida. Yo le pongo un toque de vainilla. Le da un no sé qué…

¡SIGUIENTE!

Grandes y tontorrones: Memoria Letal y RED

Por un lado tenemos la infausta película Memoria Letal. Que es mala. Con avaricia. Sale Genna Davis, que hace cosas, y Samuel L. Jackson, que tiene que pagar la hipoteca. Pero el señor Mace «Mudafakah» L. Jackson Windu esgrime un argumento. Un Colt Anaconda, largo como una barra de pan y con más mala leche que una pedrá en un ojo. Y es que así, por mala que sea la peli, sabes que la cosa va bien: a fin de cuentas, un cañón como el del Anaconda no se saca así como así. Quiere decir que los tiros van en serio, que los disparos son grandes y que la peli es de esa donde un disparo lanza a un maloso a la otra punta de la habitación. Si le da, entonces con un Colt Anaconda, el maloso tiene que tener el pasaporte en regla, porque lo van a catapultar.

Samuel L Jackson Colt Anaconda.

La cláusula suelo! Me la quiten, coño! Mudafakkas!!

Pero si se quiere resultar contundente de verdad, sin que nadie dude de tu condición mental y tus intenciones, nada como un hierro decente, pesado, tocho, denso, de puta madre. Algo capaz de hacer que la Desert Eagle se vea como una Derringer: qué mejor que un Smith and Weeson .460 grande como un piano en manos de alguien inestable como Marvin, en la película RED, (John Malkovich), que para haber estado 11 años recibiendo LSD por parte del gobierno, está fantástico. Saluda Marvin.

¡Marvin!

No, si el hombre, para 11 años de LSD está perfecto… y ese cacho de hierro que lleva tiene que ser parte del tratamiento, digo yo…

 

¡Ultima parte!

Polvo y arena, los clásicos y modernos clásicos:

Pasamos ya a la parte más clásica de todas, el momento de máximo esplendor de estas armas, donde significaban la vida y la muerte, donde también solía significar la vida al límite, a lomos de caballo, entre grandes planicies, llanuras, lejos del Starbucks y del baño más próximo. Una vida de bala en bala y de prostituta sifilítica en prostituta gonorréica. Y por supuesto whiskazos chungos a tutiplén. O eso nos han vendido las pelis.

Y hablando de pelis, vamos a ver grandes exponentes de ello. Cuando menos, de pelis de temática Western.

Por un lado tenemos al gran Clint Eastwood y sus choporrocientos westerns. Uno de los grandes maestros del Colt Single Action Army en cualquier variedad, desde las Cimarrón hasta las que carecían de otro nombre. Me refiero a esos revólveres que le veíamos siempre tirar de martillo con una mano mientras disparaba con otra… Era pura poesía. Paium! Muerto. Otro paium! Otro cadáver de maloso desangrándose.
Ese home armado con un revólver, con un poncho que debía oler peor que su caballo, sudando como un guiri en la feria de Málaga y con esa mirada bajo el sombrero que parecían dos puñaladas en un cartón. La dureza masculina y viril.

Por eso os pongo una foto de Sharon Stone. Porque a Esatwood lo tenemos muy visto y a la Stone con un revólver y pegando tiros, mucho menos.

La Stone encañonado al peluquero por un desacuerdo con respecto a qué significan "dos dedos"

Y ahora ve tú a decirle nada de que una señorita no hace eso. Porque yo no lo hago ni con un megáfono. Amos, como si las armas fueran solo para homes…

Hay un actor que parecía imposible que moviera la faz o mostrara cualquier expresión. Timothy Olyphant. Un actor con un apellido con nombre de criatura de Tolkien (minipunto para quien sepa de qué hablo). Y en la serie Deadwood. (Y digo parecía, porque en Santa Clarita Diet se redime, y de qué forma). Al lío. Lejos de usar un Colt (el de antes), usa otro revólver que, como su personaje, parece más… civilizado, más mono, más atildado y elegante. El Remington 1875. Un revólver que no alcanzó la fama de su competidor, aunque compartían el mismo sistema de disparo.

Remington 1875 tope de elegante

Pura eleganSiah, señora. No como el Colt, que es el Renault 4L de los revólveres. Viejo, indestructible… Este vendría a ser el Simca 1000 ¬¬

Veamos cómo queda en la mano del susodicho:

Helegante

Es pura HeleganSia, como podéis ver, con ese gesto de indicar dónde está el retrete o el Corte Inglés…

Y cómo no, una mujer dura, traumatizada, tanto que se mete a monja… y se arma hasta los dientes para reventar a una banda de moteros que la violaron. ¿Quién puede necesitar más argumento?

La Hermana Sarah lo mismo te coge el rosario que el Schofield, una Tommy o un S&W. Y es que los revólveres casan con cualquier ocasión. Y aquí la tenemos, discutiendo detalles sin importancia con la madre Magda. Que diferencias tenemos todos.

Revólveres, monjas, drogas y otros moteros del montón

¿Quién no ha arreglado sus diferencias con un tiro en la cabeza a alguien por la espalda? Pues ya está… Disparando se entiende la gente.

¿La película? Yo no la he encontrado en español. En inglés es «Nude nuns with big guns». Y no, no hace falta que la veáis. En serio. De verdad. Os lo ahorro. Soy así de generoso.

Y para quien llegue a este punto y se haya tragado tooodo este megapost, le dedico una patata de Hamor. Porque sus quiero, leñe.

Hale. ¡Balas para todos!

Join the discussion 2 Comments

  • Acostumbro cada dia buscar webs para pasar un buen rato leyendo y de esta forma me he tropezado vuetro post. La verdad me ha gustado el post y pienso volver para seguir pasando buenos ratos.
    Saludos

    • Donser dice:

      Gracias!!
      Pásate cuando quieras. He visto que tienes un blog también. Me iré dejando caer. 😉